¿Por qué es importante la ética en los negocios?

En el competitivo mundo empresarial actual, la ética juega un papel fundamental para construir relaciones sólidas con el entorno y generar bienestar a la sociedad.

| Fuente: Freeimages

El buen liderazgo requiere de conocimiento, experiencia, una visión clara, buen juicio, y una habilidad para dirigir e inspirar a las personas. Los líderes empresariales buscan lo mejor para las organizaciones para las cuales trabajan, buscan transformarse en catalizadores del cambio y ayudar a la empresa a atravesar desafíos rumbo a un mejor futuro.

Estas competencias son muy importantes para asegurar el crecimiento de una empresa. No obstante, toda base de un buen crecimiento empresarial, y más aun de nuestra sociedad, se encuentra en los fundamentos éticos con los que fue construida. Una fuerte base ética es importante para crear confianza y la confianza es, precisamente, el fundamento de toda sociedad exitosa. Por ello, un buen líder es más que un líder empresarial, es también un líder y modelo para la sociedad.

Sin ética, las empresas no se hacen responsables de las consecuencias de sus acciones. Y si los efectos de las empresas cuyas operaciones tienen un impacto negativo en la sociedad es mayor a aquel de las que buscan tener un impacto positivo, el bienestar de nuestra sociedad comenzará a caer.

Sin embargo, a pesar que conocemos bien la importancia de la ética en las empresas para el bienestar de la sociedad, escuchamos aún varios casos de decisiones que van en contra de este bienestar. En los años que he visto diferentes generaciones pasar por las aulas, muchos de estos casos se deben a la falta de comprensión o conocimiento de cómo implementar la ética en los procesos y operaciones dentro de una organización. Y en muchos otros, es porque sobreestimamos nuestro conocimiento de la ética.

Inclusive aquellas empresas que hoy en día tienen un buen desempeño están expuestas a los desafíos como emergencias sanitarias, riesgos geopolíticos o cambios tecnológicos, los cuales pueden completamente cambiar las necesidades de la sociedad. Por ello, la ética no es un sexto sentido innato que debamos asumir por amaestrado, sino que por el contrario es una competencia que necesitamos aprender y practicar.

Director General de CENTRUM PUCP Business School, Doctor en Administración de Empresas de Maastricht School of Management, Doctor en Administración Estratégica de Empresas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Magister en Administración de Empresas y Licenciado en Economía de la Universidad Pacífico, Investigador y Profesor Distinguido por excelencia académica y producción intelectual CENTRUM PUCP.

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