José ha dedicado varios años de su vida a trabajar en un mismo puesto para una empresa que le ha dado estabilidad trabajando en un horario de oficina, no muy lejos de su casa y en actividades que conoce bien cómo realizar. No obstante, José decidió renunciar tras cinco años de colaborar para esta empresa, buscando un puesto similar en otra. ¿Qué sucedió?
El capital humano es el valor más importante que poseen las empresas. Sin embargo, muchas de estas tienen problemas en definir qué es el capital humano y cada una de ellas ha ido creando sus propias estrategias para evaluarlo. La razón por la que José dejó su empresa no es por malas condiciones o porque no disfrutara de su trabajo, sino que, probablemente, se sintió estancado en una rutina mientras buscaba un propósito. Esto lo llevó a dejar su puesto no para buscar un trabajo similar, sino la oportunidad de crecer. José buscaba una carrera.
Las ciencias administrativas y la investigación han probado que el desarrollo y capacitación de los trabajadores resulta en un mejor performance, eficiencia y por tanto mejores resultados financieros para la empresa. Tales medidas se traducen en menores costos, mejores ventas y más creatividad, por mencionar algunas ventajas. Para velar por el interés de la organización, se debe velar por el bienestar y crecimiento de los trabajadores.
Para empezar, se deben crear métricas que permitan evaluar el crecimiento de los empleados e identificar quiénes pueden estar quedando relegados. Estas métricas deben ayudar a crear planes para desarrollar el capital humano. Asimismo, tomemos en cuenta que ofrecer entrenamiento a nuestros empleados solo es útil si les damos la oportunidad de aplicarlos o que puedan ver la línea de carrera que pueden alcanzar con ellos. Finalmente (aunque estos son algunos consejos) las empresas están experimentando deben continuar haciéndolo, pues la cultura de cada empresa debe también descubrir su propio método para retener talento.
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