Muchas veces conceptualizamos a un líder como una persona que tiene las respuestas a todas las interrogantes y con una estrategia siempre lista a los desafíos que puedan surgir en el camino. Una suerte de persona con una inteligencia superior que los hacía distinguirse de entre los demás en la misma habitación. Y este puede haber sido el caso de un líder ejemplar hace unas décadas. Sin embargo, este concepto de líder ya no es aplicable en el contexto actual por muchas razones. Para empezar, el ambiente dinámico, complejo e impredecible requiere un liderazgo distinto, uno que no necesariamente tenga las respuestas a las interrogantes, sino que sepa adaptarse y colaborar para encontrar las soluciones. Además, actualmente los empleados valoran más la autenticidad y conexión en un líder, aquel que sepa liderar con un propósito que vaya más allá del éxito financiero.
Por ello, para liderar con éxito en el contexto actual, hace falta hacerlo con propósito. Cuando me refiero a liderar con propósito, hago referencia al personal, al de aquellos que nos rodean y cómo este se conecta con los objetivos de la empresa. Si consideramos el número de personas que han dejado sus trabajos o lo han considerado es debido a la realización de que el propósito debería ser centro de nuestras prioridades. Por ello, para que el liderazgo sea efectivo, los líderes deberían tener en claro su motivación y la de los que conforman su equipo. Cuando logramos conectar nuestra motivación con la de los demás y esta con la misión de la empresa, proveemos de una razón para generar compromiso compartido entre los miembros del equipo.
Asimismo, como líder, el rol no es el de tener las respuestas a todos los desafíos, pues muchas veces no controlamos las circunstancias. Muy por el contrario, como líder, el rol es el de crear el ambiente ideal para que los demás puedan desarrollar sus propias habilidades para alcanzar la misión de la compañía. Esto requiere de un desprendimiento y de una visión en la que el líder comprenda que está al servicio de sí mismo, pero al mismo tiempo de los demás, tanto en los tiempos de oro, así como durante las crisis. Sea un líder con propósito propio, pero uno al que usted también desearía seguir.
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