Hace poco, escuché a un grupo de estudiantes comentar sobre una tendencia que ha cobrado popularidad en el mercado laboral: el “job hopping”, esto es, cambiar empleos en un corto período de tiempo. Estos candidatos, que han cambiado múltiples empleos en corto tiempo, suelen ser vistos con desconfianza por los reclutadores y por los empleadores, pues consideran que su comportamiento se traduce en falta de seriedad y estabilidad.
Esta conversación me llevó a reflexionar, pues en mis primeros años egresado de la universidad yo también fui un “job hopper”. Cambié de empleo en algunas cuantas ocasiones antes de encontrar aquel que se alineara realmente con mi personalidad, mis valores y que contribuyera a mi realización como persona. Es así como definí que ser educador era mi vocación. A pesar de la percepción, a veces, negativa, no consideré que estas decisiones fuesen un reflejo de una mala toma de decisiones. Por el contrario, me permitieron priorizar mi bienestar y crecimiento profesional. En promedio Business Insider(*) estima que las personas que cambian de empleo ven un aumento de 8.5% más, frente al 5.9% en aquellas que se quedaron.
Esta práctica se ha vuelto más común en las generaciones más jóvenes, como la generación Z. En la actualidad, para muchos, el equilibrio entre la vida laboral y personal, y un salario justo son prioridades clave. Sin embargo, existen muchas personas que siguen viendo el “job hopping” como una mala práctica que señala una falta de compromiso. Esta visión podría cambiar rápidamente, en tanto los valores de lo que los empleados buscan en el trabajo también lo hacen. Esto es un desafío para los responsables del reclutamiento y de la gestión del talento humano, pues lo que buscan estos nuevos talentos es un entorno adecuado para crecer y desarrollarse.
(*) https://www.businessinsider.com/hiring-trends-job-quitters-raises-double-labor-market-adp-august-2022-8
Comparte esta noticia
Siguenos en