Guerra en tiempos de redes sociales

Nos encontramos en tiempos en los cuáles las redes sociales dominan la escena de la comunicación y las guerras no son ajenas a esta dinámica

Las ciudades ucranianas y edificios destruidos en medio de los ataques rusos. | Fuente: AFP or licensors

“Buenas noches a todos. El líder de nuestro partido está aquí, el jefe de la oficina del presidente está aquí; el primer ministro Shmygal está aquí; Podoliak está aquí; el presidente está aquí, todos nosotros estamos aquí. Nuestro ejército está aquí. Los ciudadanos están aquí”.

Volodimyr Zelensky, presidente de Ucrania en su cuenta de Instagram

 

El primer conflicto armado que fue vivido en tiempo real desde la señal de televisión por personas de todo el mundo fue la Guerra del Golfo, que enfrentó a una coalición de 34 países liderados por EE. UU. contra Irak. Fue la primera vez que una guerra era presentada en directo al mundo y CNN fue una de las principales cadenas de televisión que se encargó de la cobertura. Esto ocasionó diversos comentarios, dentro de los cuales hubo críticas que señalaron que hubo monopolización de la información por el lado norteamericano, pero más allá de ello, lo cierto es que había empezado una etapa donde las guerras se convirtieron en espectáculos mediáticos que suscitarían diferentes reacciones a favor y en contra en el futuro.

32 años más tarde, en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania, ahora somos testigos de un nuevo conflicto cubierto las 24 horas, pero ya no solo por una cadena televisiva, sino por los mismos ciudadanos. Justamente, la globalización e interconexión que vivimos en la actualidad le han restado protagonismo a la televisión y a otros medios tradicionales de comunicación para ingresar con intensidad al terreno de las redes sociales, desde donde podemos seguir las acciones a través de videos grabados con celulares por soldados o simplemente civiles atrapados en medio del fragor de la lucha. Estos contenidos son transmitidos a través de Instagram o TikTok. También Twitter nos trae encendidos debates entre partidarios de ambos bandos y algunas muestras de adhesión a iniciativas que buscan condenar la violencia desatada por toda guerra. Hasta la más tradicional de las redes sociales, Facebook, nos comparte historias, fotos o mensajes relacionados a este conflicto armado.

Actualmente, todos recibimos permanentemente información que nos llega desde el lugar de los hechos, pero también tenemos la oportunidad de emitir nuestra propia opinión, así como leer otras opiniones similares o divergentes con las nuestras. Algunos pueden sentir simpatía por los ucranianos que se enfrentan a un enemigo más poderoso y otros pueden encontrar razones a favor de la ofensiva rusa. Los líderes de los países directamente involucrados, así como otros líderes mundiales también se manifiestan a través de las redes sociales. Este es el caso del presidente de Ucrania Volodimyr Zelensky, quien hace pocos días se quejaba ante sus más de trece millones de seguidores en Instagram que los dejaron solos para defender su estado.

Estos intercambios de opiniones en tiempo real se pueden volver rápidamente virales y generar una presión sobre la comunidad internacional y de cierta forma también sobre los actores principales de esta guerra. Las personas llegan a organizar marchas y movimientos a favor o en contra de alguno de los bandos, generando muchas veces presión sobre sus estados y políticos para que se pronuncien. Así, por ejemplo, hemos tenido conocimiento que algunas manifestaciones de ciudadanos rusos protestando contra la invasión en Ucrania han sido rápidamente sofocadas por el gobierno ruso.

Definitivamente nos encontramos en tiempos en los cuáles las redes sociales dominan la escena de la comunicación y las guerras no son ajenas a esta dinámica, sin embargo, siempre existen peligros a los que estamos expuestos, como por ejemplo la saturación a la que puede llevarnos la gran cantidad de información disponible y sobre todo la aparición de noticias falsas (Fake News). Tampoco podemos negar los esfuerzos que están teniendo los propios estados para tratar de controlar y restringir la información como en el caso de las cadenas rusas, se puede decir que en este aspecto la guerra también se ha traslado al mundo digital.

En este contexto donde las redes sociales dominan la comunicación, podemos afirmar que el mundo entero esta siguiendo en vivo el desarrollo de esta guerra y tomando partido por alguno de los bandos, en algunos casos participando de forma activa con sus opiniones y tratando de influir en otras personas. En otros casos, simplemente como un espectador a la espera del desenlace que tenga el conflicto. Es imposible escapar de la influencia que las redes sociales están teniendo en la información que recibimos sobre la guerra, pero debemos tener la previsión de tratar de verificar la información que sea dudosa o tendenciosa, así como tratar de seguir a fuentes más o menos confiables para no llegar a ser arrastrados por las corrientes de información falsa que abundan en estas circunstancias.

 

Experto en gestión humana y cultura organizacional. Profesor del área de Administración en ESAN Graduate School of Business. Ph.D. en Estudios Internacionales de Graduate School of Asia Pacific Studies de la Universidad de Waseda, Japón. MBA de ESAN. Maestría en Economía y Regulación de los Servicios Públicos de la Universidad de Barcelona. Maestría en Derecho Empresarial y Abogado de la Universidad de Lima.

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