“Así en instituciones educativas internacionales, si antes de la pandemia un 30% salía a continuar estudios en el extranjero, esto se incrementó en 50%; en otros colegios, donde un 10% de estudiantes emigraba, ahora se elevó hasta un 25% en la actualidad, mientras que en otros donde solo unos cuantos salían, ahora ya son cerca del 10%. Y en colegios de segmentos medios, donde la totalidad estudiaban en universidades peruanas, ahora ya empiezan a salir, aunque de manera incipiente”
Sondeo realizado por grupo Educación al Futuro GEF en estratos de colegios de segmentos altos y medios de Lima, mencionado por la revista digital de la Cámara de Comercio de Lima (*)
El Grupo Educación al Futuro (GEF) al realizar un estudio en los segmentos alto y medio de colegios en Lima, llegó a la conclusión que después de la pandemia, son cada vez más los estudiantes que piensan en salir a estudiar una carrera universitaria en el extranjero. A pesar de que aún estamos rezagados en comparación al número de estudiantes de la región latinoamericana que migran al extranjero, este número va creciendo cada vez más impulsado por la pandemia a la que sobrevivimos, así como por una oferta cada vez más global de la educación. A esto según este estudio contribuye también el dominio del inglés por un número cada vez mayor de estudiantes escolares.
En nuestra experiencia, consideramos que este fenómeno también se está empezando a replicar, aunque aún en menor nivel en algunas de las principales ciudades de las provincias del país con estudiantes de colegios privados de nivel alto y medio. Muchos de los jóvenes talentosos de estratos económicos bajos, que han tenido la oportunidad de haber sido educados en buenos colegios públicos como los de alto rendimiento, también buscan opciones en el extranjero a través de becas.
Existen aspectos culturales que también están relacionados con este fenómeno. Tenemos la información de las plataformas sociales que consumen los jóvenes, que los anima a vivir una experiencia de estudio en el extranjero, también las mayores facilidades para poder viajar a otros países. Hay mucha información de becas disponibles en el extranjero y en algunos países europeos como Alemania y Francia, conociendo el idioma existen opciones de educación gratuita donde solo se tendría que pagar la manutención. En otros casos los padres consideran que aun teniendo que pagar los estudios de los hijos en el extranjero bajo ciertas circunstancias, incluso podría ser una inversión más económica para ellos.
La migración de peruanos que se dio en el país en las últimas décadas ha generado que muchos jóvenes que viven el país tengan un contacto permanente con sus familiares en el extranjero, así como un soporte importante cuando deciden emigrar. Los héroes contemporáneos, como los deportistas de élite son internacionales, así tenemos los casos de los Messi, Ronaldo o Djokovic, pero también tenemos a los héroes a nivel de profesionales y hombres exitosos de negocios como Mark Zuckerberg, Elon Musk o Greta Thunberg. La mayor variedad de opciones de estudio y el atractivo de vivir una experiencia en ciudades más cosmopolitas, así como compartir con otros jóvenes de distintas nacionalidades también contribuye al atractivo de esta opción internacional.
Este fenómeno está afectando a las familias que desde muy jóvenes ya empiezan a acompañar a sus hijos en su visión de internacionalizarse, y a los colegios que, para ser atractivos, deben adecuarse a estos cambios para ofrecer una preparación que les permita llegar con un nivel competitivo para desenvolverse en estas universidades. Por otro lado, las universidades locales sobre todo las posicionadas en los segmentos alto y medio de poder adquisitivo del país, están viendo como parte de su mercado natural está partiendo a estudiar fuera. Esto obliga a un replanteamiento de sus estrategias que permita abarcar otros sectores de la población y ofrecer también un componente internacional a sus alumnos.
Considero que este éxodo de los jóvenes nos invita a reflexionar en el vacío de talento humano que dejará al país, sobre todo en plena era disruptiva impulsada por la pandemia y los cambios tecnológicos. Es lógico pensar que educados en el extranjero y con posibilidades que les brinden países que los necesitan para mantener su desarrollo económico, la gran mayoría no tenga planes de volver al Perú. Si por un lado cada vez más algunos de los puestos laborales, sobre todo los más sofisticados en términos de habilidad técnica y tecnológica, podrán ser cubiertos a distancia por fuerza laboral internacional, también es cierto que las empresas locales necesitarán cubrir aún otros puestos y las posibilidades de conseguir talento se reducen.
Siempre nos quejamos de la ausencia de líderes empresariales, sociales y políticos que impulsen al país a un siguiente nivel de desarrollo. Con la partida de muchos de nuestros jóvenes talentos al extranjero en la búsqueda de realizar sus propios sueños, corremos que riesgo que nuestro sueño de país desarrollado pueda quedar truncado una vez más.
A puertas de celebrar un aniversario patrio más en el país, con sus vicisitudes políticas económicas y sociales ya conocidas, debemos incluir el tema del éxodo de nuestro capital humano joven como un problema importante que podría condicionar aún más nuestra viabilidad y desarrollo en un futuro más cercano del que pensamos.
Corresponde al estado, a los empresarios, a las universidades y a la sociedad civil en general, repensar el escenario futuro que genere las oportunidades, para que algunos de esos jóvenes que hoy parten puedan volver más adelante y contribuir con sus conocimientos a construir un país mejor.
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