Si hace dos años me hubiesen dicho que en el futuro podría viajar, hacer deportes, tener citas con mis amigos, ir de shopping o hacer cualquier actividad sin siquiera asomarme a la puerta de mi casa, no lo hubiese creído posible. Hoy, sin embargo, con el desarrollo del metaverso, esa visión utópica del futuro se ha hecho realidad y abre ante nosotros un nueva dimensión llena de oportunidades a través de un mundo digital y tridimensional.
La idea del metaverso, como un espacio virtual donde las personas pueden sumergirse e interactuar libremente, fue descrito por primera vez en 1992 por el escritor de ciencia ficción Neal Stephenson, en su novela Snow Crash. Desde entonces, la tecnología ha avanzado en esa dirección a través de los videojuegos inmersivos, las realidad aumentada, los lentes 3D, etc. No obstante, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, tiene el propósito de hacer del metaverso una extensión de la vida real.
La propuesta de Zuckerber, en pleno auge de la transformación digital, ha despertado el interés de otras compañías como Nvidia, Sony y Microsoft. De hecho, un informe de Bloomberg Intelligence revela que el metaverso generará ingresos económicos de hasta 800 mil millones a mediados de esta década, y 2 billones y medio para el 2030. Sin duda, una proyección atractiva para cualquier negocio que quiera romper los paradigmas de lo tradicional. No obstante, es muy importante prepararse para aprovechar las oportunidades que ofrece este nuevo ecosistema digital.
Por ejemplo, a nivel comercial, la experiencia del usuario cambiará drásticamente. Las personas podrán visitar tiendas a través del metaverso, asistir a desfiles de moda, probarse y comprar ropa de forma más realista y divertida; empresas como Zara y Nike están empezando a explorar este terreno. Por su parte, el sector inmobiliario desarrollará departamentos y casas modelo para recorridos virtuales; las empresas tendrán oficinas inmersivas para reunir a sus colaboradores a través de avatares; y las universidades abrirán campus tridimensionales para acoger estudiantes de todo el mundo.
Definitivamente, el metaverso cambiará drásticamente nuestro estilo de vida y, una vez más, las empresas que se anticipen a los avances tecnológicos y se adapten a tiempo serán las que salgan adelante. En ese escenario, considero que hay cuatro grandes desafíos por delante: primero, valorar, desarrollar y potenciar el talento creativo; segundo, brindar capacitación constante a los colaboradores en el dominio de las nuevas herramientas digitales; tercero, apostar por la hiperpersonalización de productos y servicios; y, por último, mantener una comunicación con alto grado de empatía y humanidad para conectar emocionalmente con las personas, aunque solo interactuemos con ellas a través de espacios virtuales.
El desarrollo tecnológico es inevitable y tenemos frente a nosotros la gran oportunidad de transitar hacia el futuro inmersos en un mundo totalmente digital, hagámoslo sin miedo. La tecnología bien utilizada nos abre un abanico infinito de posibilidades que nos permite, inclusive, transformar realidades y generar un impacto positivo en la sociedad. Lo mejor que podemos hacer es prepararnos y preparar a las nuevas generaciones para liderar los grandes cambios que el mundo necesita.
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