Macron a todo o nada

Revisemos qué plantea el gobierno de Emmanuel Macron sobre el sistema de pensiones en Francia y por qué se intensifican las protestas de los principales sindicatos de trabajadores.

Emmanuel Macron | Fuente: EFE

Las protestas se intensifican en Francia. Desde el pasado 19 de enero, los principales sindicatos del país han organizado multitudinarias marchas y huelgas generales contra la propuesta de reforma del sistema de pensiones formulada por el gobierno de Emmanuel Macron. Las manifestaciones han incluido millones de personas en las calles, bloqueos de refinerías, afectaciones al sistema de trenes y aeropuertos, piquetes de estudiantes universitarios y cierre de carreteras. En los últimos días se han sumado los recolectores de basura de París, lo que está generando que alrededor de 7 mil toneladas de desechos se acumulen en las calles de la capital.

¿Qué es lo que plantea el gobierno? El punto neurálgico es aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años. A su vez, a partir del 2027 será necesario cotizar 43 años para gozar de una pensión completa, alrededor de mil doscientos euros mensuales. La reforma contempla jubilación anticipada para los que comenzaron a trabajar antes de los 20 años. Macron argumenta que si no aprueban sus reformas, la totalidad del sistema de pensiones sería insostenible, ya que el déficit alcanzaría los 13 mil 500 millones de euros al 2030. Por otra parte, el gobierno indica que la edad jubilatoria francesa es actualmente una de las más bajas de Europa. Por ejemplo en Portugal es 66.6 años, en España 65 años, en Italia y Suiza 67 años, y en Alemania 65.8 años.

A pesar de sus argumentos, el gobierno no logra convencer a la opinión pública. A fines de enero de este año, dos sondeos evidenciaron el rechazo. En la primera el Instituto Elabe anunció que el 72 por ciento de los franceses rechaza la propuesta de Macron. En la segunda, el Instituto Francés de Opinión Pública, precisó que siete de cada 10 entrevistados se muestran en desacuerdo con la reforma.

No obstante, a pesar de las movilizaciones en las calles y el rechazo que recogen las encuestas, el gobierno no ha dado su brazo a torcer. El 12 de marzo, el senado francés aprobó el polémico proyecto con 195 votos a favor y 112 en contra, mediante procedimiento exprés. En la cámara alta el bloque macronista se benefició del apoyo de la bancada conservadora de los republicanos. Se tenía previsto el voto decisivo antes del 26 de marzo en la Asamblea Nacional.

Sin embargo, este voto en la cámara baja no llegó a materializarse. Macron, en un movimiento de consecuencias imprevisibles, decidió optar por ampararse en el artículo 49.3 de la Constitución que permite aprobar una reforma por decreto, omitiendo la votación en la Asamblea Nacional.

Varios factores parecen haber empujado al gobierno a esta decisión. El primero es el político, haciendo las sumas y las restas parece que los votos no alcanzaban, incluso miembros de la coalición de gobierno dudaban apoyar la reforma. El segundo es económico. Macron y su equipo han sopesado el impacto que una derrota tendría en los mercados. Es importante señalar que Francia es un país muy endeudado, 112% de su PIB. Además el contexto europeo y mundial tras la quiebra de dos bancos en Estados Unidos y la situación crítica de Credit Suisse también han influido.

¿Qué viene ahora? Al parecer el artículo 49.3 de la Constitución ha abierto la Caja de Pandora. Al momento de escribir estas líneas, los sindicatos se reunían para ver qué medidas tomar, pero se da por descontado que radicalizarán su protesta. De arranque han calificado el movimiento de Macron como “comportamiento antidemocrático y despreciativo”. A nivel político, la aplicación del 49.3 también tiene consecuencias.

A la oposición se le abrió la posibilidad de plantear una moción de censura, pudiendo socavar a todo el Poder Ejecutivo. Marine le Pen, lideresa de la ultraderechista Agrupación Nacional, ya ha anunciado que presentará una moción de censura contra el Gobierno. El polémico 49.3 estipula que los diputados sólo pueden impedir la aplicación de la ley si en las "24 horas siguientes" presentan una moción de censura contra el gobierno, que debe ser sometida a votación. Macron calcula que con el respaldo de los Republicanos, la temida censura no llegará. Veremos qué sucede.

Alonso Cárdenas

Alonso Cárdenas Politólogo

Experto en políticas públicas en la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Iberoamericana (México). Cuenta con un Magíster en Política Comparada por la London School of Economics (Inglaterra) y el Diplôme d'Etudes Françaises por la Universidad de Estrasburgo (Francia).

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