'La piel más temida': un viaje introspectivo que expone las cicatrices del pasado [RESEÑA]

'La piel más temida', la segunda entrega de una trilogía que comenzó con 'La última tarde', del director Joel Calero. | Fuente: Factoría Sur Producciones

La película del director peruano Joel Calero, segunda entrega de una trilogía que comenzó con La última tarde, finalmente llegó a la cartelera comercial después de su estreno en el Festival de Lima 2023.

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Una joven descubre, sin buscarlo, que su padre, del que nunca tuvo conocimiento, está encarcelado por su participación en el terrorismo. Esto la lleva a emprender un viaje de reconciliación con sus raíces, enfrentando el recelo y encontrando resultados diversos en el camino, lo que definitivamente cambiará la vida de más de uno.

El director Joel Calero presenta La piel más temida, la segunda parte de una trilogía que comenzó con La última tarde en 2016 y concluirá con Álbum de familia, programada para estrenarse en abril de 2025. Estas tres historias están conectadas con algunos de los actores sociales clave durante la violenta época en Perú entre 1980 y 2000.

La trama se centra en cómo los personajes afrontan un pasado de violencia que, queriendo o no, ha dejado huellas en sus vidas. Somos testigos de una sociedad impregnada de racismo y prejuicios, lista para condenar antes que escuchar, donde, según el cineasta, "si eres de color marrón, no te sientes del todo cómodo".

¿De qué trata La piel más temida?

La película sigue la historia de Alejandra, una joven que regresa a Perú, después de vivir 20 años en el extranjero, para concluir la venta de la casa de su madre. En Cusco, descubre que su padre, del que no tenía conocimiento, está vivo y encarcelado por delitos cometidos como integrante de Sendero Luminoso. Ella decide conocerlo, desencadenando así una serie de revelaciones.

La identidad es uno de los grandes temas en la película. Aunque no es consciente del todo, Alejandra intuye que algo le falta y cree que puede encontrar esa respuesta en el padre que acaba de descubrir que aún vive. No le importa indagar en detalles, solo quiere conectar con el pasado, como si fuera una deuda pendiente. Básicamente, quiere despertar.

Aunque la película no aborda directamente la violencia del terrorismo, sí podemos encontrar sus estragos en la sutileza. Por ejemplo, en los silencios de Alejandra mientras reflexiona sobre su padre en la cárcel, las miradas evasivas de un padre que prefiere evitar a su hija aún cerca de la muerte, o la canción de un exterrorista que recuerda con dolor aquellos años que aún se sienten frescos.

También está el encuentro entre la modernidad y el mundo rural, personificado en la relación de Alejandra y su abuela paterna, Dominga, de quien tampoco conocía hasta que fue en búsqueda de su padre. Esta relación se va entretejiendo lentamente debido a la desconfianza, hasta que finalmente la sangre termina por ser más fuerte.

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¿Qué destaca en La piel más temida?

Aunque el cine peruano ha representado la violencia del terrorismo de manera más explícita y ha compartido los testimonios de quienes sobrevivieron a ese período, Calero opta por un enfoque diferente en La piel más temida. La protagonista no experimentó directamente esas atrocidades, pero las heredó. Este aspecto podría considerarse uno de los puntos más destacados de la película, ya que nos permite comprender que, aunque no lo parezca, formamos parte de esa herida sin cerrar.

Por otro lado, sobresalen los personajes secundarios. Amiel Cayo conmueve al mostrar la carga de culpa de un exmilitante de Sendero Luminoso arrepentido por su pasado. Lucho Cáceres, con su característica naturalidad, es el puente entre una joven recién llegada a Cusco y la cultura que desconoce. María Luque, por su parte, cautiva al interpretar a una madre entregada a su hijo sin importar los años, viendo solo al niño que crió y no al hombre que terminó tras las rejas por sus acciones.

¿Qué podría mejorar en La piel más temida?

Aunque Juana Burga es una grata sorpresa en la pantalla, la vemos constantemente contenida, limitando la exploración de otros matices en su personaje, mientras se revelan los hechos más oscuros de su pasado familiar. Sin embargo, su sutileza deja entrever momentos interesantes que permiten al espectador conectar con ella y acompañarla en su camino.

Por otro lado, la trama se desenvuelve con un misterio que rodea a la protagonista como una neblina. Aunque inicialmente esto captura el interés del espectador, hacia el final persisten ciertas incertidumbres respecto al padre y los sentimientos reales de Alejandra ante lo que descubre, como si estuvieran fragmentados, al igual que la foto de sus padres que ella encuentra partida por la mitad.

Entonces, ¿vale la pena ver La piel más temida?

Definitivamente, La piel más temida, de Joel Calero, no es un película fácil. Es emotiva, profunda y nos invita a reflexionar sobre nuestras raíces e identidad, por más incómodo que esto resulte. Recoge con sensibilidad otra perspectiva de los hechos ocurridos entre los años 80 y 90 en el interior del país y nos recuerda que la memoria no es la misma en los Andes que en Lima.

En lugar de justificar los actos terroristas de quienes ejercieron la violencia en los momentos más difíciles por los que atravesó el Perú, esta propuesta revisa esas heridas que pensábamos que estaban cerradas y plantea que solo terminarán de sanar si nos reconciliamos con nosotros mismos y abrazamos lo que verdaderamente somos.

María Luque y Amiel Cayo en 'La piel más temida', del director Joel Calero.Fuente: Factoría Sur Producciones

Juana Burga es Alejandra en 'La piel más temida', del director Joel Calero.Fuente: Factoría Sur Producciones

María Luque interpreta a Dominga en 'La piel más temida', del director Joel Calero.Fuente: Factoría Sur Producciones

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Gastón Leroux fue un periodista precoz muy reconocido por sus reportajes en diferentes países del mundo en el siglo XIX. Paralelamente escribía historias policiales y de terror. “El fantasma de la ópera” (1910) es la más célebre de sus novelas, una historia de amor sutil y refinada que bordea el terror, sin caer en la truculencia o irrealidad. Todo un clásico que ha visto multitud de versiones en cine, teatro y musicales. Aquí la tienes en su versión sonora por RPP. Con Carlos Victoria, Gisela Ponce de León y Óscar Beltrán. Adaptación de Cinthia McKenzie y dirección de Alonso Alegría.

Renzo Napa

Renzo Napa Redactor web

Bachiller en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres. Narrador de historias con 15 años de experiencia en comunicaciones y marketing. Me apasionan las causas sociales, el deporte y el cine. Contacto: rnapa@gruporpp.com.pe

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