Las gaviotas suelen aprender hábitos de comida de los humanos gracias a la observación, según un nuevo estudio.
Científicos de la Universidad de Sussex han llegado a la conclusión de que las gaviotas suelen imitar el comportamiento humano al momento de comer y, por eso, roban su comida en ambientes como las playas.
Según el artículo publicado en Biology Letters, las gaviotas prefieren la comida humana a cualquier otra que puedan conseguir.
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Imitando a los humanos
En un nuevo estudio, la científica conductual austriaca Franziska Feist y sus colegas investigaron las habilidades cognitivas que han permitido que las gaviotas europeas (Larus argentatus) tengan éxito en entornos urbanos.
Para ello, pusieron paquetes de papas fritas de diferentes colores en la playa de Brighton. Cerca, un experimentador se sentó a unos metros de distancia y sacó su propia bolsa para comer.
En primer lugar, los investigadores descubrieron que un humano que comía de un paquete de papas fritas aumentaba significativamente la probabilidad de que una gaviota picoteara uno de los paquetes cercanos.
Cuando el experimentador se sentó en silencio, menos de una quinta parte de las gaviotas se acercó a los paquetes colocados cerca. Pero cuando la persona estaba comiendo, el 48 % de las aves echaba un vistazo a los paquetes.
Además, cuando las gaviotas picotearon uno de los paquetes, eligieron la bolsa del mismo color de la que comió el experimentador el 95 % de las veces.
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Nos observan
Los resultados muestran que las gaviotas pueden prestar atención al comportamiento de los humanos, hacer conexiones entre elementos y aplicar eso a sus propias elecciones de alimentación, dice Feist.
“Dado que la urbanización de las gaviotas es muy reciente y su historia evolutiva no habría involucrado a los humanos, esta habilidad debe provenir de un tipo de inteligencia más general”, dice.
Los investigadores sugieren que las gaviotas son excelentes aprendices sociales, y probablemente más inteligentes de lo que mucha gente podría pensar.
Los estudiosos también constataron que el comportamiento es casi exclusivo de ejemplares adultos, lo que confirma que se trata del resultado de un aprendizaje social reservado a ejemplares fuertes y hábiles que se sienten más confiados.
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