El caso es aún más grave porque tuvieron que pasar 9 años de espera para se le pueda quitar la licencia médica al cirujano británico.
El cirujano Simon Bramhall fue despojado de su licencia médica luego de confirmarse que firmaba sus iniciales en los órganos de sus pacientes en el Reino Unido.
El caso, en realidad, data del 2013 y sorprende la lentitud con la que se llegó a estas conclusiones.
De acuerdo con The Guardian, el entonces cirujano Simon Bramhall de Birmingham fue atrapado en 2013 usando un rayo láser, que se supone que se usa para detener las hemorragias hepáticas, para grabar sus iniciales en no uno sino dos hígados que él había trasplantado.
Burocracia y una larga espera
El caso ha pasado por 9 años de recorrido: una investigación que condujo a una suspensión después de que lo descubrieron en 2013, una renuncia (en lugar de un despido) en 2014, una condena por agresión a fines de 2017 y una multa sin tiempo en prisión, una suspensión de la práctica de la medicina en 2020 y una reincorporación en 2021 que finalmente fue anulada a principios de esta semana.
Bramhall fue atrapado porque otro cirujano vio sus iniciales en un trasplante de hígado que no se había curado. Durante todo el tiempo de investigación, el cirujano coescribió una serie de novelas de suspenso médicas autoeditadas tituladas "Historias de bisturí" con un ex paciente de trasplante como coautor. Uno de los libros trata sobre un cirujano que graba sus iniciales en el trasplante de hígado de un paciente, lo atrapan y soporta la humillación pública.
Una de sus víctimas testificó durante el juicio del cirujano que se " sentía como una víctima de violación " y que desde entonces ha sufrido daños psicológicos por la terrible experiencia.
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