El sistema de la sonda Voyager 1 no está reflejando lo que realmente sucede a bordo.
45 años después de su lanzamiento, la sonda Voyager 1 está presentando un extraño problema que ha desconcertado a los miembros de la misión de la NASA.
La nave, pese a su longevidad, opera de buena forma a 23 mil millones de kilómetros de distancia del planeta. Sin embargo, los datos que entrega su sistema a la Tierra no reflejan ni coinciden con las operaciones de la sonda.
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¿Qué está pasando con la Voyager 1?
La falla tiene que ver con el sistema de control y articulación de actitud de la Voyager 1 (AACS) que mantiene la nave espacial y su antena en la orientación adecuada. Y el AACS parece estar funcionando bien, ya que la nave espacial recibe comandos, actúa sobre ellos y envía datos científicos a la Tierra con la misma intensidad de señal que de costumbre. Sin embargo, los datos telemétricos que está enviando son muy distintos.
El comunicado de la NASA no especifica cuándo comenzó el problema ni cuánto tiempo ha durado.
El poder solucionar este problema es también un problema para la agencia espacial: una señal de la Tierra actualmente tarda 20 horas y 33 minutos en llegar a la Voyager 1; recibir la respuesta de la nave espacial conlleva el mismo retraso.
La agencia también señala que la sonda está ahora en el espacio interestelar, un entorno de altas radiaciones que podrían suponer un reto extra para esta nave
La sonda gemela Voyager 2, también lanzada en 1977, se está comportando normalmente, dijo la NASA. La energía que puede producir la nave espacial gemela siempre está disminuyendo, y los miembros del equipo de la misión han apagado algunos componentes para ahorrar energía, medidas que esperan mantengan las sondas funcionando al menos hasta 2025.
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