Investigadores han determinado que la bacteria terrestre Deinococcus radiodurans puede ser tan resistente a la radiación que podría vivir hasta 1.5 millones de años en Marte.
Científicos han puestos esperanzas en hallar vida bajo la superficie de Marte al investigar a una bacteria terrestre: Deinococcus radiodurans.
De acuerdo con una investigación liderada por Michael Daly, genetista y experto en radiobiología de la Universidad de Servicios Uniformados de Maryland, publicada en la revista Astrobiology, esta bacteria podría resistir hasta 1.5 millones de años en la superficie marciana gracias a su resistencia a la radiación.
Conan, la bacteria
La Deinococcus radiodurans era ya desde hace muchos años objeto de estudio por los científicos, quienes incluso la llevaron a la Estación Espacial Internacional para comprobar su resistencia a la microgravedad.
En este último estudio, Daly y sus colegas secaron y congelaron D. radiodurans y luego bombardearon la bacteria con radiación gamma y radiación de protones, imitando la radiación cósmica del espacio profundo y la radiación solar del sol.
Descubrieron que la D. radiodurans seca y congelada podía sobrevivir a una alucinante radiación de 140.000 grises, equivalente a la dosis de 1,5 millones de años en la superficie marciana y 280 millones de años 10 metros debajo de la superficie, donde la única radiación proviene de la descomposición radiactiva dentro de las rocas y los minerales.
Pero ¿cómo sobreviven a estas condiciones? Los científicos señalan que, por un lado, mantienen copias de su genoma que funcionan como “copia de seguridad” para los fragmentos dañados por la radiación, mientras que, por otro lado, acumulan grandes cantidades de antioxidantes de manganeso, que capturan las moléculas dañinas creadas por la radiación. La captura de estas moléculas evita el daño a las proteínas que reparan el ADN del organismo.
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Esperanzas
La bacteria probablemente evolucionó para resistir el daño durante los períodos secos, y la resistencia a la radiación es solo un efecto secundario de esa evolución, teorizan los investigadores.
Dichas condiciones deberían haber afectado a cualquier bacteria que puede haber vivido en Marte, donde habría tenido que evolucionar en un entorno sin esa protección y probablemente habría tenido que evolucionar con una resistencia a la radiación similar.
Marte no ha tenido agua líquida generalizada durante 2 mil millones de años, por lo que incluso si la vida antigua evolucionó allí, 280 millones de años aún es demasiado corto para sugerir que el planeta alberga una plétora de bacterias esperando volver a la vida. Pero debido a que Marte tiene una atmósfera muy delgada, los meteoritos llueven sobre la superficie del planeta regularmente, dijo Daly. El calor y el agua líquida liberados por esos impactos podrían potencialmente despertar bacterias latentes en el subsuelo y permitir un florecimiento temporal de la vida.
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