La plataforma 39A de NASA es clave para el envío de astronautas a la estación Espacial Internacional mediante cápsulas Crew Dragon de SpaceX.
SpaceX se enfrenta a un nuevo problema regulatorio. La Agencia Espacial Norteamericana (NASA) busca que la empresa de Elon Musk pueda asegurar que el lanzamiento del cohete Starship no afectará la infraestructura de la base en Florida, zona clave para el despegue de misiones a la Estación Espacial Internacional.
De acuerdo con Reuters, fuentes cercanas a NASA señalaron que la agencia quiere que SpaceX se encargue del “endurecimiento” de la plataforma 39A, única designada para el envío de astronautas a la Estación Espacial Internacional mediante cápsulas Crew Dragon, desarrolladas por la empresa espacial de Elon Musk.
Actualmente, la base de pruebas de Starship se encuentra en Texas, pero sigue esperando un proceso regulatorio para medir el impacto ambiental de estos despegues. Este complejo podría servir para el traslado de personal de NASA hacia la ISS, pero esta aprobación podría demorar varios meses.
Junto con estas instalaciones, SpaceX viene acelerando la construcción de un complejo en Cabo Cañaveral, Florida, para el lanzamiento orbital de Starship. Hasta que estos trabajos no concluyan, la única plataforma disponible es la 39A.
El riesgo de Starship en NASA
Para impulsar a esta mole, SpaceX apela a un nuevo combustible líquido basado en oxígeno y metano, una combinación de propulsores con los que NASA y los reguladores no están familiarizados.
La preocupación radica en una posible explosión del cohete Starship en la plataforma 39A del complejo de NASA, un evento que impactará negativamente en el calendario de lanzamientos de astronautas.
"Todos reconocemos que si tuviera una falla temprana como la que tuvimos en uno de los primeros vuelos de SpaceX, sería bastante devastador para 39A", mencionó Kathy Lueders, jefa de operaciones espaciales de la NASA.
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