La NASA encuentra el que sería el cráter dejado por el impacto de la sonda rusa Luna-25

Una nave espacial de la NASA encontró lo que sería el cráter de impacto de la sonda rusa Luna-25 que buscaba posarse sobre el polo sur del satélite.

El Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) tomó las imágenes el 24 de agosto y muestra un cráter de 10 metros de diámetro cerca de la zona donde se esperaba que la nave aterrizara controladamente.

Las muestras

Como se recuerda, Rusia quiso adelantarse a India e intentó posar una sonda en el polo sur de la Luna. Lastimosamente para sus intereses, este perdió el rumbo y terminó colisionando con el suelo lunar.

Tras el suceso, primero fue la agencia espacial rusa, Roscosmos, quien publicó una estimación del punto de impacto de Luna-25 el pasado 21 de agosto.

Ante ello, el comando conjunto detrás del LRO pudo diseñar y enviar comandos a la nave espacial para capturar imágenes del sitio.

En las fotografías tomadas el pasado 24 de agosto, se puede apreciar un cráter de 10 metros de diámetro, situado a 57,865 grados de latitud sur y 61,360 grados de longitud este a una altura de unos -360 metros. La referencia es el cráter Pontécoulant G, a unos 400 kilómetros del punto de aterrizaje previsto de la sonda.

Las imágenes fueron comparadas con las fotos anteriores del lugar, capturadas en junio de 2022. Dado que este nuevo cráter está cerca del punto de impacto estimado de Luna-25, el equipo de LRO concluye que es probable que provenga de esa misión, en lugar de ser producto de, por ejemplo, el impacto de un meteorito.

No se pudo

La sonda espacial rusa Luna-25 se estrelló en la superficie lunar horas después de no poder colocarse en una órbita controlada.

“El aparato se movió en una órbita impredecible y dejó de existir como resultado de una colisión con la superficie de la Luna”, refirió un portavoz de Roscosmos al respecto.

La misión despegó como parte de un esfuerzo por reavivar los esfuerzos históricos de exploración espacial realizados por la Unión Soviética en las décadas de 1960 y 1970. Esencialmente, se suponía que la modesta misión a la Luna haría que Rusia “volviera a ser grande en el espacio”.

En su lugar, sería Chandrayaan-3 de la India la que haría historia, consolidando su excelente momento en la carrera científica espacial. Ahora incluso Japón quiere adelantarse a los esfuerzos rusos al respecto.