Enos realizó el viaje preliminar a vuelos espaciales abordados por humanos en el programa espacial estadounidense.
En medio de una nueva era de la exploración espacial, cabe recordar todo lo que nos llevó hasta acá, incluida la crueldad hacia los animales.
En muchos casos fueron animales como Laika, que pusieron a prueba las condiciones de los viajes espaciales antes que los humanos.
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Uno de estos animales es Enos, un chimpancé que orbitó la Tierra en 1961.
La cruel y crucial misión de Enos
Aunque no fue el primer “chimponauta”, Enos marcó el camino para vuelos abordados por humanos en el programa espacial estadounidense.
Con cinco años y 17 kilos, el chimpancé se embarcó en el Mercury-Atlas 5 el 29 de noviembre de 1961. Su misión era sobrevivir en la última etapa de pruebas preliminares a vuelos espaciales abordados por humanos.
Enos fue expuesto a la ingravidez y a fuerzas G altas en sus dos órbitas alrededor de la Tierra. Además, fue entrenado bajo un sistema de castigo y recompensa, recibiendo shocks eléctricos cada vez que no realizaba una acción correcta.
Un error en el sistema de control de altitud provocó que la misión sea acortada, ya que la NASA tenía planeadas tres órbitas. Enos vivió una pesadilla: el sistema que lo “guiaba” con recompensas y castigos empezó a funcionar mal. The Atlantic reseña que Enos recibió 33 shocks eléctricos seguidos durante la misión, sin importar la acción que realizara.
La nave espacial fue recuperada a 410 kilómetros al sudeste de Bermuda por el USS Stormes 1 hora y 15 minutos luego de amerizar.
Enos murió poco menos de un año después de la misión, el 4 de noviembre de 1962 en la base Holloman de la Fuerza Aérea Estadonidense. La NASA indica que se trató de un caso de disentería resistente a los antibióticos y que su deceso no estuvo relacionado a su histórico vuelo.
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