¿Tu niño está pálido y más cansado de lo normal? Cuidado, podría tratarse de anemia

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La detección temprana es clave para el manejo efectivo de la anemia en niños y niñas. Te contamos a qué señales debes prestar atención para tratarla a tiempo.

Si los maestros te han compartido preocupaciones sobre la somnolencia de tu niño en clases, si has notado que le cuesta realizar tareas y retener lecciones, o si su comportamiento ha experimentado cambios notables, es posible que estés enfrentando un desafío de salud importante: la anemia infantil.

La anemia puede manifestarse de maneras sutiles pero importantes en el rendimiento académico y el comportamiento de los niños. No solo afecta la energía y la concentración, sino que también puede influir en la disposición y el ánimo de los pequeños durante su día a día.

¿Qué es la anemia y por qué nos debe preocupar?

Este trastorno se caracteriza por una disminución en los niveles de hemoglobina en la sangre, lo que puede comprometer la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno adecuadamente. En el Perú, 4 de cada 10 niños padecen de anemia, según los datos de la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes). Es decir, hay un gran porcentaje de la población con riesgo a enfrentar un bajo rendimiento escolar y menor productividad laboral en su adultez.

¿Cómo saber si un niño tiene anemia?

La detección temprana de la anemia es esencial para garantizar un tratamiento efectivo y prevenir posibles complicaciones a largo plazo. Por eso, presta atención a los siguientes síntomas:

  • Palidez: Uno de los signos más evidentes de la anemia es la palidez en la piel y las mucosas. Los niños anémicos pueden presentar un tono de piel más claro de lo habitual, especialmente en áreas como el rostro y las palmas de las manos.
  • Fatiga y debilidad: Los niños con anemia a menudo experimentan cansancio, lo que puede afectar su capacidad para participar en actividades diarias y el rendimiento escolar.
  • Irritabilidad y cambios en el comportamiento: La falta de oxígeno en el cuerpo debido a la anemia puede influir en el estado de ánimo de los niños, haciéndolos más irritables y propensos a cambios en su comportamiento.
  • Falta de apetito: Pueden mostrar poco interés en la comida, lo que contribuye a la deficiencia de nutrientes, incluido el hierro.

Además, esta afección puede hacerse evidente de manera más grave a través de:

  • Taquicardia y palpitaciones: en situaciones de anemia moderada o intensa, la taquicardia y las palpitaciones son persistentes. Por otro lado, en una anemia crónica que se desarrolla lentamente, el único indicio evidente puede ser la presencia de leves soplos, que son ruidos producidos por la sangre al salir del corazón. En casos de anemia muy intensa, se observa una respiración acelerada e incluso pérdida de conocimiento.
  • Trastornos neurológicos: hacen referencia a cambios en la visión o dolores de cabeza. En situaciones de anemia severa, pueden manifestarse indicios de hipoxia cerebral, como aturdimiento, vértigo e incluso llegar a un estado de coma.
  • Manifestaciones neuromusculares: consisten en cambios en la conducta, dolores de cabeza, vértigos, trastornos visuales, insomnio, incapacidad para concentrarse y, a veces, desorientación.
  • Alteraciones del ritmo menstrual: la presencia de menstruaciones abundantes es la causa principal de anemia en mujeres jóvenes, aunque generalmente se trata de una anemia moderada. No obstante, en casos de anemia más intensa, suele observarse una reducción en el ritmo menstrual. Esto se debe a que, ante la disminución de hemoglobina, el cuerpo reacciona disminuyendo o incluso eliminando la pérdida de sangre.
  • Alteraciones renales: se produce una retención que puede provocar la aparición de edemas o hinchazón en las piernas.

¿Cómo detectar la anemia?

La forma más precisa de diagnosticar la anemia es a través de análisis de sangre que miden los niveles de hemoglobina y otros indicadores relacionados. Es importante que hagamos un análisis sanguíneo al menos cada 6 meses para evaluar los niveles de hemoglobina y hematocritos de nuestros niños.

Si tu hijo tiene anemia, la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública recomienda seguir los siguientes consejos para combatirla:

1) Incluir un tratamiento con suplemento de hierro

Si un niño presenta anemia, es necesario que siga la dosis diaria de suplemento de hierro recomendada por el médico durante un período de seis meses, dependiendo de su edad. Se aconseja administrar el suplemento de hierro una o dos horas después de las comidas.

2) Llevarlo a sus controles médicos

Es esencial que los niños diagnosticados con anemia se sometan a análisis de hemoglobina cada mes, así como en el tercer y sexto mes del tratamiento.

3) Consumir alimentos de origen animal ricos en hierro

No hay método más eficaz para abordar la anemia en niños que incluir en su dieta alimentos ricos en hierro de origen animal, como sangrecita, hígado, pescado y pollo. Es crucial recordar que la absorción de hierro se optimiza cuando se ingiere durante la misma digestión junto con alimentos que contengan vitamina C.

4) Establece una rutina y horario para su alimentación

Es crucial establecer una rutina alimentaria para el niño. Al abordar este proceso con paciencia, evitando la presión y manteniendo una actitud positiva, y respetando el ritmo individual de cada niño, contribuirás a que acepte los alimentos de manera más favorable y se alimente adecuadamente en los horarios establecidos.

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