Las actividades de forestación, como la plantación de árboles, son un gran aporte para equilibrar la contaminación y mala calidad de aire que existe en la ciudad.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), los árboles urbanos proporcionan múltiples beneficios para las ciudades como la mitigación del cambio climático, el aumento de la biodiversidad, la reducción de la temperatura y la mejora de la salud física y mental de sus habitantes. Pensando en esto, estudiantes y docentes de la carrera de ingeniería ambiental de la Universidad Peruana del Norte (UPN) pusieron en marcha la tarea de reforestar una pequeña área en Ancón.
“Las actividades de forestación son un gran aporte para equilibrar la contaminación que surge en la ciudad de Lima. En las cercanías del área a forestar existen actividades industriales y carreteras muy transitadas, las cuales aceleran la mala calidad de aire” explica Javier Chumán, ingeniero ambiental y docente de UPN.
El área forestada se ubica en las lomas del Parque Ecológico Nacional Antonio Raimondi (PENAR), aproximadamente en el km. 40 de la zona este de la Panamericana. Actualmente, el lugar presenta características secas, un suelo arenoso y vegetación muy limitada; sin embargo, tiene un potencial turístico y de recreación debido a su extensión y cercanía con la ciudad limeña.
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Los voluntarios participaron plantando especies de plantas –como el orégano y molle – con la supervisión de especialistas botánicos. Para llevar a cabo el proyecto eligieron árboles que pudieran adaptarse a un suelo medio seco y, luego, procedieron al regado y correcta aplicación de abono.
Proyectos como este ayudan a desarrollar un mejor ecosistema para toda la ciudadanía, generando un pulmón natural y reduciendo la polución causada por agentes contaminantes. Además, permite que los estudiantes pongan en práctica sus habilidades de responsabilidad social.
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