La chiclayana Ana Karla Chero desafía los estereotipos de género en el mundo logístico y ha consolidado su reputación en el comercio internacional trabajando con grandes firmas como Royal Caribbean Cruises.
La industria de la logística, históricamente dominada por hombres, está experimentando un cambio significativo con la creciente participación de mujeres en roles clave, incluyendo puestos directivos y de liderazgo, así como técnicos y operativos. La presencia femenina en este sector está cobrando cada vez más relevancia en el mundo empresarial, lo que indica un avance hacia una mayor equidad de género.
A pesar de los esfuerzos por promover la contratación de mujeres, persisten barreras significativas, especialmente en los puestos de liderazgo. Esto se evidencia en que los hombres tienen una mayor presencia en los altos mandos de las empresas en comparación con las mujeres. Para impulsar una mayor participación femenina en la industria logística, es crucial abordar estas barreras y promover la igualdad de oportunidades.
En el Perú, según la Encuesta Nacional de Logística 2020 realizada por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), solo el 29.3% de los puestos de liderazgo en logística son ocupados por mujeres, mientras que el 70.7% son ocupados por hombres.
Promover una mayor participación femenina en la logística es fundamental para crear un entorno laboral más inclusivo y diverso. Esto no solo ofrece una oportunidad justa a las mujeres, sino que también aprovecha el talento y la perspectiva únicos que pueden aportar a la industria.
Un ejemplo inspirador es Ana Karla Chero, una chiclayana que reside en Miami y actualmente trabaja como Especialista de Operaciones en Quickload INC. Gracias a su talento y determinación, Ana Karla ha manejado grandes firmas como Royal Caribbean Cruises y ha ocupado un puesto de liderazgo en el campo logístico para la famosa Fórmula 1, destacándose en el comercio internacional.
Un sueño y la determinación para cumplirlo
Desde los 17 años, Ana Karla Chero tenía claro su objetivo de migrar para ampliar sus horizontes y realizar sus estudios en el exterior. Después de destacarse en el programa de Bachillerato Internacional en su colegio en Chiclayo, obtuvo una beca que le permitió continuar su educación en Boston, Massachusetts.
Este nuevo entorno le brindó innumerables oportunidades en su carrera. "Fueron papá y mamá quienes me acompañaron en el camino", recordó en una entrevista para Andina.
Ana Karla también relató cómo su madre siempre le habló de su propia carrera, que no pudo ejercer plenamente. Esta situación inspiró a Ana Karla a perseguir sus sueños con aún más determinación. Su padre, aunque preocupado por su bienestar, también la apoyó en su decisión de estudiar en el extranjero.
Su desempeño académico y potencial la llevaron a ser recibir la oportunidad de trabajar y rotar en el campus de su alma mater, e incluso vivir un semestre en Londres. Esta experiencia internacional la llevó a decidir continuar su carrera en Estados Unidos, donde vive actualmente y sigue desarrollando su trayectoria profesional.
Desafiando estereotipos de género
Al finalizar sus estudios y tras su experiencia en Londres, Ana Karla decidió dedicarse al campo logístico, una industria que consideraba llena de oportunidades debido a la constante necesidad de importaciones, especialmente en un país consumista como Estados Unidos. Sin embargo, estas oportunidades también le trajeron el reto de superar la brecha de género que existe en esa industria.
"El mundo logístico puede estar pensado para hombres. Recuerdo que, al inicio, cuando llegaba a las oficinas, me preguntaban si realmente trabajaba allí porque veían muchos camiones y asumían que no era un lugar para mujeres", comentó.
A pesar de estos estereotipos, Ana Karla se enfocó en que su trabajo fuera respetado por sus conocimientos y habilidades, no por su género. "Yo misma me dije que me tenía que hacer valer por mis conocimientos. La preparación académica fue importante, pero lo que realmente marcó la diferencia fue el aprendizaje diario en el campo", afirmó en durante la entrevista.
Una peruana al mando
Gracias a su excepcional desempeño Ana Karla obtuvo la oportunidad única y la enorme responsabilidad de liderar la logística de la Fórmula 1. "Los ojos del mundo están puestos en esta competencia, pero mis superiores vieron mi potencial. Afortunadamente, todo salió bien y tuve gran apoyo de mi equipo… y emocionalmente, el de mis padres y hermanos", contó orgullosa.
La experiencia fue altamente retadora, con momentos de alta presión como cuando un contenedor de Pirelli que almacenaba llantas dejó de funcionar en plena noche de sábado, poniendo en riesgo millones de dólares.
"En el mundo de la logística, cualquier error cuesta dinero si te equivocas en un número, fecha o lugar. Pero la lección que me dejó ese encargo fue darme cuenta de que todo es posible, que no hay reto grande", enfatizó.
Reflexionando sobre su camino, Ana Karla tiene un mensaje para la niña que fue en su natal Chiclayo y para todas las niñas que sueñan en grande: "Todo lo que te propongas es posible. Soñar en grande es válido. Habrá mucha gente que te diga que es imposible, pero si tienes las ganas, siempre lo lograrás".
Ana Karla Chero es un ejemplo inspirador de cómo la determinación y la perseverancia pueden superar barreras de género y alcanzar grandes metas en industrias dominadas por hombres. Su historia demuestra que, con apoyo y esfuerzo, es posible romper estereotipos y abrir caminos para futuras generaciones de mujeres en la logística y el comercio internacional.
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