El filtro es capaz de capturar hasta el 99% de microbios e impurezas del agua.
La preocupante realidad de miles de familias frente a la escasez y el limitado acceso a agua potable desde la red pública de Sedapal, motivó a la comunidad educativa del Colegio Guillermo Wagner, en el centro poblado Nuevo Toledo de Cieneguilla, a buscar soluciones innovadoras. Frente a la falta de continuidad en el servicio, han desarrollado un sorprendente purificador de agua utilizando la planta moringa.
Un derecho que no alcanza a todos por igual
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el acceso a agua segura es un derecho humano fundamental. Sin embargo, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) revela cifras alarmantes para Lima Metropolitana, con más de 635 mil personas sin acceso a agua potable y más de 300 mil con acceso restringido a intervalos menores a seis horas diarias.
En el centro poblado de Nuevo Toledo, en Cieneguilla, el acceso al agua se limita a tres días por semana, durante una hora y media como máximo, lo que representa una preocupación constante para los pobladores. A esta problemática se suma la deficiente calidad del agua disponible. Según un estudio de la Sunass, se determinó que el agua que reciben no contiene la calidad suficiente de cloro en el agua residual, lo que podría ocasionar problemas estomacales.
Guiados por un fuerte sentido de comunidad y motivados por mejorar su condición de vida, alumnos, profesores y padres de familia se unieron para encontrar una solución ante este desafío. En este proceso, descubrieron un método innovador para purificar el agua, basado en las propiedades beneficiosas de la planta moringa, marcando así un paso significativo hacia la mejora de la calidad de vida en la zona.
Logro comunitario: un purificador natural
Conocida como el "árbol milagroso", la moringa oleifera, ha sido utilizada a lo largo de la historia por sus propiedades medicinales y beneficios para la salud. Es así como los integrantes del colegio decidieron aprovechar estas propiedades para purificar el agua de la zona. El resultado fue un sistema capaz de capturar el 99% de microbios e impurezas.
El filtro, compuesto por capas de algodón, carbón activado, arena fina, arena gruesa y piedras, se encarga de retener microorganismos presentes en el agua. Posteriormente, la moringa realiza la última etapa de desinfección, asegurando que el agua sea pura y apta para consumo humano.
La situación en Nuevo Toledo, donde el acceso al agua es limitado y su calidad es tan deficiente, hace que esta innovación sea tan revolucionaria. Por eso, este proyecto ha sido distinguido con un reconocimiento en el Concurso Escolar Nacional “Buenas Prácticas para el Ahorro del Agua Potable”, organizado por Sunass a nivel regional.
Este notable logro demuestra que el ingenio peruano puede marcar la diferencia en situaciones adversas, y es un ejemplo inspirador de cómo la creatividad y el compromiso pueden generar soluciones con impacto positivo en la vida de las personas. ¡Un ejemplo inspirador de cómo la acción local puede tener un impacto global!
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