El Fenómeno El Niño es un motivo de preocupación en todo el país, ya que suele ocasionar la pérdida de muchas vidas y cuantiosos daños materiales.
Con la llegada del Fenómeno El Niño se espera un cambio significativo a nivel global en las condiciones climáticas. Si bien en el Perú este evento ya empezó, se proyecta que la temporada de lluvias intensas y sus efectos más severos podrían hacerse sentir entre los meses de diciembre y abril.
De hecho, según información del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), actualizada al 25 de noviembre del 2023, se espera que El Niño costero continúe por lo menos hasta inicios de otoño de 2024, como consecuencia de la evolución del Fenómeno El Niño en el Pacífico Central.
¿Cómo se relaciona el Fenómeno El Niño con estos cambios en el clima?
El Fenómeno El Niño es un patrón climático natural que se caracteriza por el calentamiento anómalo de las aguas superficiales en el océano Pacífico Tropical. Este afecta los patrones de viento, las temperaturas y precipitaciones en varias regiones del mundo.
También es clave entender que el Fenómeno El Niño tiene dos manifestaciones principales: El Niño global y El Niño costero. De acuerdo con Senamhi, el primero se caracteriza por el calentamiento de las aguas del Pacífico Central y Oriental, impactando en los sistemas climáticos a nivel mundial con sequías y lluvias intensas. En cambio, El Niño Costero viene a ser una variante localizada en las aguas costeras del Pacífico Sur, específicamente en Perú y Ecuador.
No obstante, estos dos fenómenos pueden coincidir y manifestarse simultáneamente. Cuando ocurren al mismo tiempo, las consecuencias pueden ser devastadoras: lluvias excesivas tanto a nivel global como en la costa de América del Sur.
Perú en alerta frente al Fenómeno El Niño
La Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), el organismo rector que hace un seguimiento a El Niño en Perú reveló que existe una mayor probabilidad que los eventos El Niño Costero y El Niño Global coincidan en el verano de 2024, causando un calentamiento anómalo de la temperatura superficial del océano Pacífico y lluvias con mayor frecuencia e intensidad.
Estas precipitaciones abundantes podrían causar estragos, desencadenando inundaciones y deslizamientos de tierra en diversas regiones del país. Las zonas costeras son especialmente susceptibles a este fenómeno, lo que puede provocar interrupciones en el transporte, daños a la infraestructura y pérdidas económicas para las comunidades afectadas.
Además de los daños materiales, existe un riesgo real para la seguridad y la vida de las personas. Las inundaciones repentinas pueden dejar a comunidades enteras aisladas, dificultando el acceso a servicios básicos como la atención médica y la alimentación.
Frente a esto, Senamhi insta a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales, seguir las recomendaciones de seguridad y estar preparados para actuar ante cualquier desastre.
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