Tsunamis, deslizamientos y licuación de suelos son los eventos que pueden venir después de un sismo. Conoce de qué se trata cada uno y cómo actuar ante su ocurrencia.
¿Sabías que los movimientos telúricos pueden desencadenar otros fenómenos naturales? Con frecuencia, después de un sismo de gran magnitud se presentan otros eventos como tsunamis en las zonas costeras, deslizamientos en lugares con pendientes y procesos de licuación en suelos suaves.
Estos eventos suelen suceder tras sismos considerados como de ‘Alto Peligro’. Según la tabla de Mercalli Modificada –que mide los efectos del sismo en una determinada zona geográfica– este nivel se caracteriza por generar daños considerables en las edificaciones, deslizamientos en las márgenes de los ríos y pendientes fuertes, además de hundimientos y derrumbes en terrenos débiles.
Por su parte, distritos de la zona costera de Lima y Callao, como Ventanilla, La Punta, Chorrillos y Lurín son zonas de alta vulnerabilidad en caso de tsunamis, por su cercanía al mar y la gran afluencia de personas en sus playas.
A continuación, te contamos más sobre cada uno de estos fenómenos y cómo puedes protegerte:
Tsunamis
Un tsunami es una serie de olas marinas de gran tamaño que pueden ser generadas por un sismo de gran magnitud, un deslizamiento submarino o una erupción volcánica. ¿Cómo diferenciarlas de las olas comunes? Un sismo, un fuerte ruido o la alteración en la subida o bajada de la marea son señales de que puede aproximarse un tsunami. Además, las olas se propagan rápidamente y a medida que las olas se acercan a la costa disminuyen su velocidad, pero aumentan su altura.
Los tsunamis tienen la suficiente intensidad como para ocasionar graves daños a las viviendas, la infraestructura de la ciudad y a las personas. En el Perú, este fenómeno es una de las amenazas más peligrosas tras un movimiento telúrico y, según el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), un posible escenario de tsunami en el Callao afectaría a un total de 947 393 habitantes entre Lima, el extremo sur de Áncash y el norte de Ica.
¿Cómo debemos actuar ante una alerta de tsunami?
Si vives, estudias o trabajas en un lugar cerca del mar, mantente atento a las alertas de tsunamis o maremotos. Si es que ha sido un sismo de gran magnitud, no esperes las alertas y evacúa inmediatamente.
Recuerda que un tsunami es una serie de olas, por lo tanto, no asumas que tras la primera ola ya no existe riesgo. Identifica con anticipación las rutas a las zonas altas y no te detengas a mirarlo o a grabar videos.
Deslizamientos
Un deslizamiento consiste en el descenso rápido de material –como tierra y rocas– a lo largo de una pendiente debido al sacudimiento del suelo durante un sismo. En la historia sísmica del Perú, los sismos también han producido diversos escenarios de deslizamientos, sobre todo en las zonas andinas y selva alta.
Para Hernando Tavera, jefe del Instituto Geofísico del Perú, lo que sepultó Yungay, en 1970, es un ejemplo de un evento natural que no fue destructivo desde el plano sísmico. En este caso, el movimiento del suelo después del terremoto produjo el desprendimiento de bloques de hielo del nevado Huascarán, seguido de un gran aluvión que sepultó la ciudad con una masa de tierra y lodo.
¿Cómo debemos actuar ante la amenaza de deslizamiento?
Si vives en una zona de pendiente y es necesario evacuar, hazlo evitando aglomeraciones durante la evacuación.
No te detengas ni cruces cauces de quebradas, laderas de cerros o de montes. Si el deslizamiento está cerca y no hay tiempo para evacuar a las zonas seguras, practica la evacuación vertical; es decir, ubícate en la parte alta de la casa, ya sean techos o pisos superiores.
Licuación de suelos
Es uno de los fenómenos más destructivos tras un sismo de gran magnitud y ocurre cuando, debido a fuerzas externas (como el movimiento telúrico y el peso de una edificación), el suelo pasa de un estado sólido a líquido. Aquí es clave pensar en la resistencia y densidad de la superficie, pues por lo general se presentan en suelos granulados, húmedos y arenas sedimentadas.
La licuefacción de suelos es capaz de desplazar, hundir o incluso volcar infraestructura, sean carreteras, casas, edificios u otros.
¿Qué podemos hacer para reducir el riesgo?
En el Perú, durante la ocurrencia de sismos, han sido muchos los procesos de licuación de suelos observados en zonas cuyos suelos estaban compuestos por arenas limosas, conglomerados de grano fino y agua. Teniendo en cuenta esto, una manera de reducir el riesgo de licuación de suelos es la previa evaluación de los terrenos antes de una construcción e incrementar su resistencia usando materiales adecuados.
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