A través del fondo Sierra Azul del Midagri, se construirán 14 qochas que beneficiarán a 2 mil pobladores en tres distritos de la provincia.
En las culturas ancestrales de la sierra y costa peruana, la siembra y cosecha de agua era una práctica esencial. Estas civilizaciones, adaptándose a los cambios climáticos de su tiempo, desarrollaron ingeniosos sistemas de riego y almacenamiento que permitieron captar y aprovechar al máximo el agua, asegurando su distribución eficiente para la producción de alimentos y el consumo humano.
Entre las soluciones más ingeniosas de estas culturas están las 'qochas', pequeños reservorios o lagunas artificiales. Estas estructuras, construidas en depresiones naturales del terreno con materiales locales como piedras y terrones de tierra, son ubicadas estratégicamente en las zonas altoandinas para captar y retener grandes volúmenes de agua durante la temporada de lluvias, asegurando su disponibilidad en periodos de sequía.
Actualmente, el cambio climático ha alterado los patrones de lluvia, provocando precipitaciones intensas pero breves y períodos de sequía que afectan gravemente a las comunidades altoandinas que dependen de la agricultura. En respuesta a esta situación, la implementación de estrategias de retención de agua se ha vuelto crucial.
Aunque vivimos en una era de tecnología avanzada, la solución más eficaz ha sido recuperar los saberes y prácticas ancestrales de las culturas inca y pre-inca, reafirmando el valioso legado de nuestros antepasados.
Por esta razón, se está impulsando una estrategia que une tradición y modernidad para enfrentar los retos actuales, usando financiamiento estatal, la activa participación de los agricultores beneficiarios y el conocimiento ancestral de gestión hídrica, preservado por las comunidades campesinas hasta el día de hoy.
Agua segura
Para enfrentar los efectos negativos del cambio climático en la siembra y cosecha de agua, y con el objetivo de incrementar la seguridad hídrica agraria en las áreas altoandinas del país, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) creó la Unidad Ejecutora Fondo Sierra Azul en enero de 2017.
Este fondo se dedica a desarrollar estrategias de retención de agua, proporcionando a los agricultores de zonas altas una mayor disponibilidad de este recurso durante todo el año.
Mediante el financiamiento de actividades complementarias a nivel nacional, el Fondo Sierra Azul apoya la implementación de técnicas de siembra y cosecha de agua, garantizando así el suministro necesario para los cultivos y contribuyendo a la prosperidad de las comunidades agrícolas altoandinas.
Transformando vidas en Pasco
Este año, en Pasco, el Fondo Sierra Azul invertirá 1 millón 112 670.84 soles en proyectos de captación y recarga hídrica para apoyar a 10 comunidades de las localidades de Gorogorín Chacayán, Cocar y Quirapacha.
Estas obras permitirán rehabilitar, mejorar y ampliar el sistema de riego, beneficiando un área de más de 152 hectáreas y asegurando una recarga hídrica de más de 213 mil metros cúbicos a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
Esta inversión mejorará el acceso y la disponibilidad de agua para el cultivo y la ganadería en las zonas altoandinas, incrementando los ingresos y mejorando la calidad de vida de los agricultores. Además, se crearán más de 10 mil jornales, contribuyendo al desarrollo económico de la región.
Entre los proyectos destacan la construcción de 14 qochas en diversas localidades. En Gorgorín Chacayán, se edificarán las qochas Gorgorín Grande, Isquecocha 1 e Isquecocha 2. En las comunidades de Chacayán y Vilcabamba, se construirán Pataqocha, Rachaqocha, Ballenaqocha 1 y 2, Iscaqocha 1 y 2, y Patarayog en Cocar. En Quirapacra, Huachón, se levantarán las qochas Ahuacqocha 1, 2 y 3, y Quebrada Honda.
Esta iniciativa no solo preserva prácticas ancestrales de conservación ambiental, sino que también empodera a las comunidades agrícolas y mejora su desarrollo, especialmente a aquellos en situación de pobreza y extrema pobreza.
La combinación de conocimientos tradicionales y modernos ofrece una respuesta sostenible a los desafíos climáticos actuales, demostrando que el legado de nuestros antepasados sigue siendo una fuente de inspiración y solución para los problemas contemporáneos.
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