Las frutas y verduras que nos provee la Tierra pueden regresar a ella para nutrirla. Tras pasar por un proceso llamado “pirólisis”, residuos orgánicos son utilizados para enmendar los suelos de localidades peruanas, entre ellas, el distrito de Machupicchu.
Todo lo que sale de la naturaleza, regresa a ella. Esta es la idea que persigue el “biochar”, también conocido como “bio-carbón” o “eco-carbón”, un material ecológico obtenido a partir de residuos orgánicos y que es utilizado para nutrir los suelos de localidades de nuestro país, como el distrito de Machupicchu.
Para obtener el biochar se aplica el concepto de "economía circular", una práctica ambientalmente sostenible en la que los productos que normalmente desechamos, obtienen una nueva utilidad. En este caso, el material orgánico se usa como fertilizante.
En comunicación con RPP, Miguel Ángel Atausupa, biólogo de la Red de Energías Renovables Cusco, explica que el biochar se obtiene al someter desechos naturales, como cáscaras de frutas o verduras, a temperaturas entre 500 a 600 C° sin presencia de oxígeno, en un proceso llamado pirólisis.
“Para tener un buen biochar, podemos seleccionar los residuos orgánicos: troncos u otro material compostable. Cuanto más selectivo sea, mucho mejor la obtención del carbón activado”, asegura el experto.
¿Cómo beneficia el biochar al medio ambiente?
De acuerdo con Atausupa, por definición, el biochar es un material de enmienda. Esto quiere decir que es utilizado como fertilizante para enmendar o acondicionar los suelos, ajustando sus nutrientes u otros componentes, y, de esta manera, mejorar su calidad.
Este material obtenido a partir de residuos orgánicos cuenta con una alta capacidad de adherencia a los metales pesados, lo que beneficia a la tierra de cultivo. "Los metales pesados actúan contra la fertilidad de los suelos. El biochar permite atraparlos y hacer que estos no tengan incidencia sobre el crecimiento de las plantas”, señala.
Pero esta no es la única propiedad que posee el biochar. El experto sostiene que este fertilizante es necesario para los ciclos biogeoquímicos de la vegetación y que, además, captura las emisiones de carbono, un peligroso contaminante del medio ambiente.
"En vez de desprender carbono en la naturaleza, queda atrapado en el biochar. A raíz de eso, se le llama enmienda. No solamente es útil para [mejorar] la fertilidad de los suelos, sino también para la recuperación de suelos degradados”, apunta.
Experiencias a imitar
A diferencia del compostaje o biodegradación de los residuos, el proceso para obtener el biochar no es netamente natural. Una máquina, que lleva por nombre “pirolizador”, es la encargada de crear las condiciones bajo las que los desechos son incinerados. Esto acelera la producción del material orgánico, haciendo más efectiva la enmienda de los suelos.
Al aplicar el enfoque de la economía circular en la gestión de residuos municipales del distrito de Machupicchu, la Red de Energías Renovables Cusco se hizo con una mención honrosa en la última edición del Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg, un reconocimiento del Ministerio del Ambiente.
Ciudades con Futuro es una campaña organizada por RPP, con el compromiso de Enel y Lima Expresa, que busca promover la necesidad de ver a nuestras ciudades como espacios en los que podemos mejorar nuestra calidad de vida a través del cuidado del medio ambiente, la promoción de la economía circular y el impulso de una movilidad sostenible.
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