Una alimentación rica en hierro durante la lactancia puede prevenir la anemia, no solo en la madre sino también en el bebé. Te contamos cuáles son los requerimientos de hierro en esta etapa y cómo alimentarte adecuadamente.
¿Sabías que la alimentación de la madre durante el embarazo es crucial para su salud y para el correcto desarrollo del bebé? Durante el embarazo, la mamá necesita un aporte energético adecuado que incluya una cantidad suficiente de hierro. No obstante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 40 % de las mujeres embarazadas en el mundo sufren de anemia y, al menos, a la mitad se le atribuye la carencia de hierro.
Este requerimiento de hierro no se detiene después del nacimiento del bebé. Durante la lactancia, la madre debe continuar con una alimentación balanceada para asegurar que el pequeño reciba todos los nutrientes esenciales a través de la leche materna.
El Dr. Luis del Águila, Subgerente de Salud y Bienestar de Pacífico Salud comenta que “el hierro es la base para el correcto desarrollo del menor durante los primeros años de vida. Los estudios detallan que el consumo de hierro es clave no solo para combatir enfermedades como la anemia, sino también un elemento importante para el correcto funcionamiento del cuerpo y el transporte de oxígeno en este”.
Recomendaciones para prevenir la anemia durante la lactancia
Una buena alimentación durante la lactancia es fundamental para asegurar la salud de la madre y el desarrollo adecuado del bebé. Aquí te damos tres consejos clave:
- Incluir alimentos ricos en hierro: Es importante que las mujeres lactantes consuman alimentos ricos en hierro para prevenir la anemia y asegurar un suministro adecuado para nutrir al bebé. Según el Ministerio de Salud (MINSA), las fuentes de hierro incluyen sangrecita, hígado, bazo, pescados oscuros y menestras. Además, es clave que las comidas ricas en hierro se consuman junto a alimentos que contengan vitamina C —como limón o naranja— para mejorar la absorción del mineral.
- Aumentar la ingesta de calcio y vitamina D: Durante la lactancia, las necesidades de calcio y vitamina D aumentan para mantener la salud ósea de la madre y el desarrollo del bebé. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda consumir productos lácteos, pescados grasos y alimentos fortificados con vitamina D.
- Mantener una dieta equilibrada y variada: Una alimentación nutritiva es esencial para proporcionar todos los nutrientes necesarios. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres lactantes deben incluir una amplia variedad de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras en su dieta diaria.
¿Cuánto hierro requieren la madre y el bebé?
Durante el embarazo, se aconseja que la ingesta de hierro que consuma la madre sea de 30 mg al día, según la Norma Técnica – Manejo Terapéutico y Preventivo de la Anemia en Niños, Adolescentes, Mujeres Gestantes y Puérperas del Ministerio de Salud (MINSA).
Si los niveles de hierro en la sangre materna no son los adecuados, existe más riesgo que el bebé nazca prematuramente y tenga un bajo peso. Inclusive, las mujeres con anemia por deficiencia de hierro pueden sufrir un aborto espontáneo.
Durante el periodo de lactancia materna, los bebés reciben la cantidad de hierro necesaria a través de la madre. Luego, al cumplir los 6 meses, podrán iniciar la alimentación complementaria con papillas.
Las necesidades de hierro en los bebés durante el periodo de lactancia varían según su edad. Por ejemplo, los requerimientos de hierro del lactante desde el nacimiento hasta los 6 meses de vida son de unos 0.27 mg al día. En cambio, los bebés de 7-12 meses necesitan un aporte de 11 mg diario de hierro, refiere la Guía de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Tratamiento de la Anemia por Deficiencia de Hierro en Niñas, Niños y Adolescentes en Establecimientos de Salud del Primer Nivel de Atención del Ministerio de Salud (MINSA).
¿Cuáles son las señales de bajos niveles de hierro?
Es esencial estar atentos a las señales de bajos niveles de hierro, tanto en la madre como en el bebé, para actuar a tiempo y evitar complicaciones.
En la madre:
- Fatiga y debilidad: Si sientes un cansancio extremo y falta de energía, podría ser un indicio de anemia.
- Palidez: La piel y las encías pálidas pueden ser señal de bajos niveles de hierro.
- Mareos y dificultad para concentrarse: Estos síntomas también pueden indicar una deficiencia de hierro.
En el bebé:
- Falta de apetito e irritabilidad: Un bebé que no se alimenta bien y está constantemente irritable podría tener anemia.
- Retraso en el desarrollo: La falta de hierro puede afectar el crecimiento y desarrollo adecuado del bebé.
- Piel pálida y fatiga: Al igual que en las madres, estos son signos comunes de bajos niveles de hierro.
Si notas alguno de estos síntomas, es importante consultar a un especialista. Los controles regulares y las pruebas de sangre pueden ayudar a detectar y tratar la deficiencia de hierro a tiempo.
“Tan Fuertes como el Hierro” es una campaña de Pacífico y RPP.
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