Las cicatrices queloides son benignas, pero pueden causar inseguridades y afectar el bienestar emocional. Conoce por qué se producen, cuáles son los síntomas y cómo conseguir la solución definitiva para aplanarlas permanentemente.
¿Tienes una cicatriz que ves todos los días y que te gustaría tratar? Estas marcas aparecen como un mecanismo de reparación de tejidos luego de tener algún tipo de lesión en la piel: desde quemaduras y acné severo hasta tatuajes, heridas, operaciones quirúrgicas o marcas de vacunación.
Uno de los tipos más comunes es la cicatriz queloide, un crecimiento anormal de tejido cicatricial que se forma en el lugar del traumatismo, corte o cirugía que deja una marca gruesa, grande e irregular en la piel. Se trata de una cicatriz que crece más de lo normal y que se vuelve más ancha que la lesión inicial, incluso, en algunos casos puede generar picazón o malestar al rozar con la ropa.
¿Por qué aparecen las cicatrices queloides?
Las queloides se forman por la pérdida de control en la regeneración de los tejidos y por la producción excesiva de colágeno en el proceso de cicatrización. Si bien pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo tras una lesión, los lugares más frecuentes son los hombros, el pecho, los lóbulos de las orejas y la parte alta de la espalda.
Las personas de ascendencia africana y latina (de piel morena o negra) tienen una mayor predisposición a desarrollarlas, al contrario de aquellas con piel clara. También hay que tener en cuenta el historial familiar porque podría ser hereditaria.
Síntomas y prevención de una cicatriz queloide
Algunos de los síntomas de las queloides son la piel elevada y gruesa, el crecimiento desmedido de la cicatriz, la piel brillante de color rojizo o marrón y, en algunos casos, picazón o dolor en el área afectada.
Si una persona es propensa a tener queloides, la mejor forma de prevenirla es evitando los tatuajes, los piercings o perforaciones, así como las cirugías innecesarias. Luego de tener una lesión en la piel, lo más recomendable es acudir a un médico y tratarla a tiempo para evitar que el tejido cicatricial siga creciendo.
¿Los queloides son peligrosos?
La respuesta es no. Los queloides son benignos y no son cancerígenos. Lo que sí puede pasar es que se tornen dolorosos o molestos por el tamaño que alcanzan y porque suelen rozar con la ropa u otros accesorios.
Aunque este tipo de cicatrices no representan un peligro para la salud, sí pueden causar un impacto psicológico en el paciente dejando estragos emocionales que incluyen sentimientos de inseguridad, baja autoestima, vergüenza y hasta rechazo a la apariencia física.
Tratamiento y solución definitiva para la cicatriz queloide
Tratar estas cicatrices para conseguir un aspecto más natural ayuda a devolver la confianza y la seguridad de los pacientes. Lo primero que se debe hacer es recurrir a un médico dermatólogo para que revise corporalmente las lesiones y brinde el diagnóstico inicial.
Si hablamos del tratamiento, hoy en día ya existe una solución definitiva para las queloides. ¿En qué consiste? Primero, los especialistas extirpan quirúrgicamente el volumen (masa fibrosa) y luego usan inyecciones seriadas de bleomicina (un medicamento que inhibe la reproducción celular) en la base de la herida. De esta manera, logran aplanar permanentemente la cicatriz.
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