Google anunció ayer Stadia, su nuevo servicio de streaming de videojuegos que, al estilo de Netflix para las películas y series, permite a los usuarios jugar desde cualquier dispositivo mientras dispongan de conexión a internet. Y el mundo gamer se volvió loco.No es una propuesta novedosa -hay en el mercado servicios similares desde hace varios años (PlayStation Now fue lanzado en 2014, por ejemplo)-, pero Stadia es la iniciativa más grande y competitiva que se haya lanzado hasta la fecha.Google ha prometido que con Stadia se podrá jugar a una resolución 4K (8K en el futuro) y 60 FPS estables, gracias a una potencia que casi dobla a las consolas más potentes del mercado. Y, lo mejor, podremos jugar prácticamente en cualquier dispositivo con acceso a internet.Stadia se lanza este año (aunque no se especificó la fecha exacta) en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y algunos países de Europa, lo que habla a las claras de una necesidad de mercados con una solvente conexión a la red.Sin embargo, la presentación obvió muchos temas que pueden ser espinosos: precio del servicio (yo estimo que será cien dólares anuales como mínimo), el precio del mando de Stadia, los controles que serán compatibles con la plataforma, la conexión mínima requerida (mientras escribía este post apareció la información de recomendables 25 mbps) y, algo básico, el catálogo de videojuegos de lanzamiento.¿La revolución?Algo que me queda claro es que Stadia es una propuesta harto disruptiva con el modelo actual de la industria de los videojuegos y todos los negocios anexos a ella. ¿Se imaginan un mundo en el que el modelo imperante sea el streaming?No solo atenta contra las consolas y los videojuegos en formato físico (tiendas como GameStop no tendrían razón de existir), sino también contra el sibarita mercado de componentes para PC: ya no necesitarías la última tarjeta de video ni el procesador más potente, ya que el juego se reproducirá directamente desde los servidores de Stadia.Pero hay un tema del que poco se ha hablado: las licencias de los videojuegos. Actualmente, hay muchos títulos que literalmente han desaparecido de las tiendas debido a que expiraron sus licencias y a los que solo podemos acceder si es que ya los descargamos o si tenemos la una copia física del mismo. Con el modelo Stadia, dependemos de que los publishers estén dispuestos a renovar las licencias. De lo contrario, un auténtico clásico podría perderse para siempre.Dicen que Stadia es el futuro, pero no es el que más me agrada. Tal vez la industria de los videojuegos está siendo testigo de una nueva revolución y, con ella, solo toca adaptarnos a los cambios. Si es que estos llegan por estos lares, claro está.